miércoles, 19 de agosto de 2020

San Ezequiel Moreno: Jesús sacramentado.

Extractos de Pastoral 7, Pasto, 12 de junio de 1897: 

" [...] Jesús está entre nosotros, pero parece que se ignora esta hermosa y consoladora verdad. ¿Quién piensa en Él? ¿Quién lo visita? ¿Quién se acerca al sagrario, donde espera día y noche? ¡Ah! En ciertas horas del día, nuestros templos están completamente desiertos, y Jesús, el dulce Jesús, solo… olvidado… abandonado... 

[...] La Iglesia tiene que mandar que se le reciba una vez... siquiera una vez al año... y ¡oh dolor! ni una vez siquiera lo reciben muchos cristianos, no digo en el año, pero ni en diez... ni en veinte... ni en treinta o más años; acaso no lo han recibido más que en la primera comunión que hicieron cuando niños, y ya son viejos y están cercanos a comparecer ante Aquel a quien no quisieron recibir en la tierra... 

La ingratitud de los hombres para con Jesucristo sacramentado va aún más allá de lo que dejamos dicho: llega a la irreverencia y al desprecio. Se ven hombres que, en presencia de la hostia consagrada, no doblan ya la rodilla… Se ven otros en posturas que no se permitirían guardar en una reunión de gente medianamente culta y educada. Otros con espíritu distraído, más aún, volviendo la vista a todos lados; buscando un ídolo a quien tributar el homenaje de amor debido a Jesucristo. Otros, en fin, ríen, hablan y juegan en presencia de Jesús sacramentado, mientras los serafines tiemblan y se postran reverentes ante su divina Majestad. 

[...] ¡Almas cristianas! ¡Acompañad a Jesucristo en esos días de reparación! [...] ¡Honor y gloria a Jesucristo sacramentado! ¡Honor y gloria de Jesucristo sacramentado! ¡Bendito y alabado sea para siempre el Santísimo Sacramento del Altar! ¡Mil y millones de millones de veces sea bendito y alabado el Santísimo Sacramento del Altar!