miércoles, 5 de agosto de 2020

¿Microchips apocaliptícos?

En la anterior entrada he planteado el problema de las nanotecnologías, micropchips y transhumanismo desde una perspectiva general. Ahora quiero hacerlo desde un enfoque cristiano y bíblico, y que mejor forma que con este pasaje del Apocalípsis: 

"Se le concedió infundir el aliento a la imagen de la Bestia, de suerte que pudiera incluso hablar la imagen de la Bestia y hacer que fueran exterminados cuantos no adoraran la imagen de la Bestia.Y hace que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se hagan una marca en la mano derecha o en la frente, y que nadie pueda comprar nada ni vender, sino el que lleve la marca con el nombre de la Bestia o con la cifra de su nombre. ¡Aquí está la sabiduría! Que el inteligente calcule la cifra de la Bestia; pues es la cifra de un hombre. Su cifra es 666." Apocalipsis, 13. 14-18.

No se trata de ser exagerados ni de entender la Biblia todo el tiempo de forma literal. Ciertamente hay sentidos alegóricos que tiene este pasaje. Por ejemplo: la mano derecha representa lo que hacemos, las decisiones, las obras. La marca en la frente expresa la mente y la voluntad especialmente relacionada con el amor y la adoración a Dios, y no a los ídolos.

Pero las Sagradas Escrituras son muy ricas en diferentes sentidos, todos ellos válidos a la vez. Pienso que la actualidad que va tomando este pasaje es seria, y seríamos unos incautos si no quisiéramos estar prevenidos ante la posiblidad de algún tipo de marcaje tecnológico en forma de microchip o algún tipo de nanotecnología. No digo que vaya a pasar, no tengo ni idea,  simplemente que podría ocurrir y que tenemos que observar los signos de los tiempos, sin agobios, y confiando en Dios.

Está claro que hay organismos internacionales que tienen interés en quitar el papel moneda y que tienen intereses en que los pagos se hagan de forma virtual, si pueden, con un dispositivo dentro del organismo. Y quizá la crisis económica que estamos pasando no sea casual y sea el"empujoncito"que necesitan.

Esto encaja con el: "nadie pueda comprar nada ni vender, sino el que lleve la marca con el nombre de la Bestia o con la cifra de su nombre", por lo que el que se negara a recibir el marcaje tecnológico quedaría fuera del sistema.

Hoy en día se sabe que ha habido proyectos tecnológicos que podrían provocar, por ejemplo, cambios de ánimo. Se han conocido en las últimas décadas experimentos deleznables contra los derechos humanos. No estamos hablando de imaginaciones sino de historia. ¿Quién nos dice que no se podría poner en marcha en un futuro más o menos remoto?

No hay que angustiarse, simplemente observar los acontecimientos y no dejarse engañar por la ingeniería social, sus modas y promociones, y abandonarse serenamente en Dios. 

Los cristianos tenemos ventaja. Sabemos el final. Dios gana. El mal pierde.

IFC