viernes, 11 de diciembre de 2020

No caigas en la ignorancia culpable. Conoce tu fe.

En casi 2000 años de cristianismo ha ocurrido lo siguiente: la formación intelectual, teológica y cultural se fue gestando en los monasterios. Gracias a los monjes copistas las grandes obras antiguas tanto religiosas como profanas, se han conservado en libros. Por lo tanto la mayoría de la población era analfabeta, excepto monjes, clero y algunas personas pudientes. El pueblo llano, los laicos, era evangelizado por el clero por medio de sermones, misiones populares y el arte sacro - hecho por grandes genios de la pintura, arquitectura, escultura y música- que aún hoy en día, es una maravillosa catequesis.

En los últimos siglos el panorama comienza a mejorar, en parte gracias de nuevo a la Iglesia. Surgen nuevas ordenes y fundaciones en la educación, luchando contra el analfabetismo y proponiendo la formación en las clases populares, así que podemos decir que a mediados del siglo XX, pocos eran ya los que no sabían leer. Y en este 2020 casi nadie, exceptuando lugares recónditos. 

Parece que no nos damos cuenta de cómo han cambiado las cosas. Normalmente la formación en nuestra fe (Biblia, catecismo teología, historia de la Iglesia, etc.) viene por medio de la lectura, y hoy casi todo el mundo sabe leer. Entonces ¿cómo se explica haya personas con una formación formación en la fe tan nefasta?

¿Somos conscientes de que así podemos caer en el gravísimo pecado de la ignorancia culpable? A los cristianos de hace, por ejemplo, ocho siglos, difícilmente tendrán que rendir cuentas de sus posibles ignorancias, pero ¿a nosotros en pleno siglo XXI? ¿Con todos los medios que tenemos hoy día a nuestra disposición? 


Objeciones que algunos aducen:

- "No tengo dinero para libros". 

No importa. Hay bibliotecas públicas, y también tienes miles de libros católicos gratuitos en internet. Por ejemplo la Biblia y el Catecismo de la Iglesia Católica.

- "No me gusta leer".

¿Tampoco nos gusta escuchar? Tienes miles de audios y vídeos, conferencias, charlas, documentales y audiolibros católicos, audios de Biblia, catecismo,  mística, Doctrina Social de la Iglesia, encíclicas, documentos, que puede encontrar muy fácilmente y gratis por internet.

En esta sociedad líquida relativista y superficial la estupidez nos acecha. A veces sólo "tenemos tiempo" para investigar todo tipo de frivolidades pero no lo tenemos para buscar las verdades eternas. Se nos olvida que la Iglesia siempre ha considerado que optar libremente por tener comportamientos bobalicones y no buscar e investigar la verdad es muy grave, porque es antinatural, ya que Dios nos ha dotado con una razón y unas capacidades o talentos para conocerla. Para ser cristiano no hay que ser un intelectual pero debemos conocer bien nuestra fe para dar razón de ella.

IFC.