viernes, 26 de febrero de 2021

Antonio Royo Marín OP

Algunas frases del gran teólogo dominico Antonio Royo Marín OP, tomadas de sus conferencias. Las conferencias pueden escucharse fácilmente en internet. Tomé notas de algunos fragmentos que me parecieron interesantes, por eso el estilo es bastante sencillo y coloquial: 

"Tenemos que aceptar firmemente las verdades de la fe ¡porque lo ha revelado Dios! (...) está en la Sagrada Escritura, (...) Dios ha revelado que hay Cielo y hay infierno y se acabó. Y hay que aceptar los dos por igual porque lo ha revelado Dios. No porque me guste o porque no me guste. (...). La razón formal de la fe es porque lo ha revelado Dios. Y el que no tuviera ese motivo de fe, sino que creyera lo que le parece bien, y no creyera lo que le parece mal, no tendría fe ninguna. Ha hundido la fe, ha matado la fe. La fe para que exista es : porque lo ha revelado Dios. Tanto si me gusta como si no me gusta. Lo ha revelado Dios y lo acepto. Ya está."

-"(...) Hay una cosa que nos hace presente a Cristo de una forma más real: la custodia. Imagínense ustedes, como sería nuestra vida si estuviéramos continuamente día y noche delante del Señor expuesto, delante de la custodia (...) Pues si nos imaginamos en cualquier sitio donde estemos, en la huerta, en la cocina, en cualquier sitio, que está expuesto el Santísimo delante de nosotros, que estamos delante de la custodia calcule como viviríamos. No sería posible que cometiéramos un pecado, una mentira a sabiendas, delante de la custodia.(...) Pues ¿por qué no hacemos un poquito de esfuerzo para irnos acostumbrando a pensar, ¡que estamos delante de la custodia! No solamente en el coro sino durante todo el día. (...) Eso nos obligaría a evitar la menor falta (...)".

- "Hoy en día en muchos conventos no se puede hablar de la mortificación. (...) "está desfasado, no está con el Concilio" ¡Los que no están con el concilio son ellos, que no lo han entendido, que es maravilloso el concilio! No lo han entendido. El concilio nos manda volver al espíritu de nuestros fundadores, ¡ah, si volviéramos al espíritu de santo Domingo, que pasaba las noches en oración y dándose disciplinas! ¡Ah, si volviéramos! No han entendido el concilio".

- "(...) Aunque glorifiquemos a Dios, ¿qué le añadimos? No le añadimos absolutamente nada, nos lo añadimos a nosotros. Dios no es más feliz por que lo glorifiquemos en absoluto. Si fuese más feliz no sería infinito. A Dios no le podemos añadir absolutamente nada (...) es infinitamente feliz en todo y ya no se le puede añadir nada."