Cristo ora en Getsemaní con lágrimas al Padre que pase de él esta Copa. También el Rey David lloró la traición de su hijo Absalón en este mismo lugar: 2 Samuel 15, 30-31. "David subía la cuesta de los Olivos; iba llorando, con la cabeza cubierta y los pies descalzos. Todo el pueblo que lo acompañaba también llevaba la cabeza cubierta, y lloraba mientras subía.
Entonces informaron a David: "Ajitófel está con Absalón entre los conjurados". Y él exclamó: "¡Entorpece, Señor, los consejos de Ajitófel!".
En el jardín del Edén, Adán fue tentado y no obedeció. En el jardín de Getsemaní Jesucristo, el nuevo Adán, obedece al Padre y nos gana la Salvación.