sábado, 13 de agosto de 2016

San Maximiliano Kolbe.

Mañana se celebra a san Maximiliano Kolbe. Algunas frases suyas:

- "Tratemos de introducir a la Inmaculada en el alma como lo hizo San José en Belén. Roguemos a San José que podamos ser tan entregados y tan dispuestos a sacrificarnos y a trabajar por la Inmaculada, como él. Roguemos que sepamos vivir para Ella como San José".

- "Tú, Dios infinito y eterno, me has amado desde hace
siglos, me llamaste de la nada a la existencia. Para demostrarme de cerca que me amabas con mucha ternura, bajaste de las delicias más puras del paraíso a esta tierra…viviste en medio de la pobreza…, quisiste ser colgado entre tormentos en un torpe patíbulo en medio de dos malhechores… ¡Oh Dios de amor, me redimiste de este modo terrible y generoso! Tú, sin embargo, no te contentaste con eso, sino que viendo que habrían de transcurrir 19 siglos desde que esparciste esas demostraciones de tu amor hasta que yo apareciera en la tierra, ¡quisiste proveer también a esto! Tu corazón no permitió que yo tuviera que alimentarme únicamente de los recuerdos de tu inmenso amor. Te quedaste en esta mísera tierra en el santísimo y admirable Sacramento del altar y ahora vienes a mí y te unes estrechamente a mí bajo la forma del alimento… Tu Sangre ya fluye en mi sangre, tu alma, oh Dios Encarnado, se compenetra con la mía, le da fuerza y la alimenta. 

- "Queridísimos hijos, cómo desearía decirles, repetirles lo buena que es la Inmaculada, para poder alejar para siempre de sus pequeños corazones la tristeza, el desaliento interior, el abatimiento. La sola invocación “María”, acaso con el ánimo sumergido en las tinieblas, en las arideces, y hasta en la desgracia del pecado, ¡qué eco produce en su Corazón que tanto nos ama! Y cuanto más infeliz es el alma, hundida en sus pecados, tanto más este
Refugio de los pobres pecadores como nosotros, la rodea de cariñosa y solícita protección. Pero no se aflijan nunca si no sienten tal amor. Si quieren amar, ésta es ya una señal segura de que están amando; se trata sólo de un amor que procede de la voluntad. También el sentimiento exterior es fruto de la gracia, pero no siempre sigue inmediatamente a la voluntad. 

Puede venirles, queridos míos, un pensamiento, casi una triste nostalgia, una súplica, un lamento. “¿Quién sabe si la Inmaculada me ama todavía?” ¡Hijos amadísimos! Se lo digo a todos juntos y a cada uno en particular en su nombre, anótenlo bien, en su nombre: Ella ama a cada uno de ustedes, los ama mucho y en todo momento sin excepción alguna. Esto, queridísimos hijos, se lo repito en su nombre. Ámala, Ámala a la Inmaculada. Ella te hará feliz. Fíate de ella sin límites".