miércoles, 12 de octubre de 2016

«Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.» María y José.

Evangelio según san Lucas (11,27-28): 
"En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la gente, una mujer de entre el gentío levantó la voz, diciendo: «Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron.» Pero él repuso: «Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.» 
Algunos malinterpretan este texto viéndolo como un descrédito o desdoro de Jesús hacia su madre. Se trata de todo lo contrario. La estaba elogiando y poniendo por modelo, porque además de ser dichosa por haberle llevado físicamente en su vientre, también lo es también espiritualmente por escuchar y cumplir la palabra de Dios. María es dichosa en cuerpo y alma.

Las respuestas están en las propias Escrituras.

María cumple la palabra de Dios:

- Poniéndose voluntariamente a disposición de Dios y de todos los hombres, aceptando la encarnación del verbo en su seno para nuestra redención.(San Lucas: 1, 26-38).

- Poniéndose en camino para ayudar a su prima Isabel y a Zacarías.(San Lucas: 1, 39-45).

- Orando, agradeciendo y exaltando a Dios en el Magnificat, por haberla exaltado en su humildad y ser la madre del Salvador. (San Lucas: 1, 46-56).

- Protegiéndo a su Hijo. (San Lucas: 2,7).

- Meditando las cosas en su corazón. (San Lucas: 2, 19 y 49).

- Cumpliendo los preceptos religiosos. (San Lucas: 2, 22-24).

- Buscando a Jesús: (San Lucas: 2, 41-50). 

- Pidiendo a Jesús ayudara a los los novios de Caná. (San Juan: 2, 1-12).

- Siguiendo a Jesús. (San Mateo 12, 47). 

- Acompañando a Jesús en su pasión, y en la cruz. (San Juan: 19, 25).

- Compartiendo su sufrimiento con el de Jesús por la humanidad. (San Lucas: 2, 35).

- Aceptando ser Madre de la Iglesia y de toda la humanidad.(San Juan: 19, 26-27).

- Perseverando en la oración con la Iglesia. (Hechos de los apóstoles: 1, 14).

Tambien san José cumple la palabra de Dios:

- Siendo justo, teniendo fe y protegiendo y custodiando a María (nueva Arca de la Alianza) y a Jesús. (San Mateo 1, 19) (San Lucas: 2, 51).

- Obedeciendo lo que el Ángel del Señor le había mandado. (1, 20-25. 2, 13-15).

- Cumpliendo los preceptos religiosos. (San Lucas: 2, 22-24).

- Buscando a Jesús. (San Lucas: 2, 41-50). 

IFC.




martes, 4 de octubre de 2016

San Francisco de Asís.


A quien quiera  conocer este santo, le recomendaría que deje las novelas adaptadas sobre san Francisco a un lado y lea las crónicas biográficas de su época y las reglas de la Orden y las oraciones que él mismo escribió y dictó. Hay libros que las recogen y también se pueden encontrar por internet: http://franciscanos.org/frandp/menup.html

Es verdad que el espíritu franciscano se basa en buena medida en la cordialidad, la mansedumbre y la armonía con la "hermana naturaleza", pero san Francisco no era un relativista. Cuando se faltaba el respeto al Evangelio como verdad revelada, podía llegar a ser firme. En las crónicas de la época podemos ver como evangelizaba arriesgando su vida para salvar almas -así lo decía él literalmente- con el cristianismo y la Iglesia Católica como religión verdadera.

La verdad... esa palabra que horroriza a la sociedad actual. Sin embargo sigue siendo la misma hoy.  San Francisco de Asís tiene muchas más cosas que aportar y también en la actualidad:

- Su espíritu marcadamente penitencial, o sea la metanoia, el cambio, el esfuerzo en la enmienda, la capacidad de remover los obstáculos y faltas que nos separan de Dios. Y así, asemejarnos a Jesús, imitando su vida, cada uno desde su vocación.

- La "santa dama pobreza". No la miseria, sino saber vivir una vida sencilla, austera, sin tantas posesiones y objetos inútiles, que no pocas veces, nos impiden la oración y la vida interior. Un mensaje muy urgente hoy.

- La castidad, cada cual según su estado.

- Obediencia y amor a la Iglesia Católica.

- Humildad. Reconocer pecados y debilidades.

- Anunciar el Evangelio, oración y recogimiento.

- No girar la cabeza y ayudar (física y espiritualmente) a los "leprosos", a los más necesitados, a los despreciados de nuestra sociedad, incluso a los más malvados.

- Esforzarse por evitar actitudes que nos esclavizan, porque un día nos visitará "la hermana muerte". Procuremos que nuestra alma esté limpia cuando llegue.

Combatir el olvido de Dios y tener amor a Jesús sacramentado, porque como gritaba san Francisco entre lágrimas, "el Amor no es amado".

- El amor a la verdad. Verdad sólo hay una, no muchas. 

- Y por supuesto, todo esto con "santa alegría", mansedumbre y amabilidad, pero sin perder de vista la verdad y sin rebajar sus exigencias.

IFC.

Frases de san Francisco de Asís.

- "Los que no quieren gustar cuán suave sea el Señor (cf. Sal 33,9) y aman las tinieblas más que la luz (Jn 3,19), no queriendo cumplir los mandamientos de Dios, son malditos; de ellos se dice por el profeta: Malditos los que se apartan de tus mandatos (Sal 118,21). Pero, ¡oh cuán bienaventurados y benditos son aquellos que aman a Dios y hacen como dice el mismo Señor en el Evangelio: Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón y con toda la mente, y a tu prójimo como a ti mismo (Mt 22,37.39)!".

- "Ciertamente debemos confesar al sacerdote todos nuestros pecados; y recibamos de él el cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo".

- "Y pensáis poseer por largo tiempo las vanidades de este siglo, pero estáis engañados, porque vendrá el día y la hora en los que no pensáis, no sabéis e ignoráis; enferma el cuerpo, se aproxima la muerte y así se muere de muerte amarga. Y dondequiera, cuando quiera, como quiera que muere el hombre en pecado mortal sin penitencia ni satisfacción, si puede satisfacer y no satisface, el diablo arrebata su alma de su cuerpo (...)".

- "Y guardémonos mucho de la malicia y sutileza de Satanás, que quiere que el hombre no tenga su mente y su corazón dirigidos a Dios". 

- "Debemos también ayunar y abstenernos de los vicios y pecados (cf. Eclo 3,32), y de lo superfluo en comidas y bebida, y ser católicos. Debemos también visitar las iglesias frecuentemente y venerar y reverenciar a los clérigos, no tanto por ellos mismos si fueren pecadores, sino por el oficio y administración del santísimo cuerpo y sangre de Cristo, que sacrifican en el altar, y reciben, y administran a los otros". 

- "Ved vuestra dignidad, hermanos sacerdotes (cf. 1 Cor 1,26), y sed santos, porque él es santo (cf. Lev 19,2). Y así como el Señor Dios os ha honrado a vosotros sobre todos por causa de este ministerio, así también vosotros, sobre todos, amadlo, reverenciadlo y honradlo. Gran miseria y miserable debilidad, que cuando lo tenéis tan presente a él en persona, vosotros os preocupéis de cualquier otra cosa en todo el mundo".

- "Y guárdense todos los hermanos, tanto los ministros y siervos como los otros, de turbarse o airarse por el pecado o mal del otro, porque el diablo quiere echar a perder a muchos por el delito de uno solo; por el contrario, ayuden espiritualmente como mejor puedan al que pecó, porque no necesitan médico los sanos sino los que están mal (cf. Mt 9,12 y Mc 2,17)".

sábado, 13 de agosto de 2016

San Maximiliano Kolbe.

Mañana se celebra a san Maximiliano Kolbe. Algunas frases suyas:

- "Tratemos de introducir a la Inmaculada en el alma como lo hizo San José en Belén. Roguemos a San José que podamos ser tan entregados y tan dispuestos a sacrificarnos y a trabajar por la Inmaculada, como él. Roguemos que sepamos vivir para Ella como San José".

- "Tú, Dios infinito y eterno, me has amado desde hace
siglos, me llamaste de la nada a la existencia. Para demostrarme de cerca que me amabas con mucha ternura, bajaste de las delicias más puras del paraíso a esta tierra…viviste en medio de la pobreza…, quisiste ser colgado entre tormentos en un torpe patíbulo en medio de dos malhechores… ¡Oh Dios de amor, me redimiste de este modo terrible y generoso! Tú, sin embargo, no te contentaste con eso, sino que viendo que habrían de transcurrir 19 siglos desde que esparciste esas demostraciones de tu amor hasta que yo apareciera en la tierra, ¡quisiste proveer también a esto! Tu corazón no permitió que yo tuviera que alimentarme únicamente de los recuerdos de tu inmenso amor. Te quedaste en esta mísera tierra en el santísimo y admirable Sacramento del altar y ahora vienes a mí y te unes estrechamente a mí bajo la forma del alimento… Tu Sangre ya fluye en mi sangre, tu alma, oh Dios Encarnado, se compenetra con la mía, le da fuerza y la alimenta. 

- "Queridísimos hijos, cómo desearía decirles, repetirles lo buena que es la Inmaculada, para poder alejar para siempre de sus pequeños corazones la tristeza, el desaliento interior, el abatimiento. La sola invocación “María”, acaso con el ánimo sumergido en las tinieblas, en las arideces, y hasta en la desgracia del pecado, ¡qué eco produce en su Corazón que tanto nos ama! Y cuanto más infeliz es el alma, hundida en sus pecados, tanto más este
Refugio de los pobres pecadores como nosotros, la rodea de cariñosa y solícita protección. Pero no se aflijan nunca si no sienten tal amor. Si quieren amar, ésta es ya una señal segura de que están amando; se trata sólo de un amor que procede de la voluntad. También el sentimiento exterior es fruto de la gracia, pero no siempre sigue inmediatamente a la voluntad. 

Puede venirles, queridos míos, un pensamiento, casi una triste nostalgia, una súplica, un lamento. “¿Quién sabe si la Inmaculada me ama todavía?” ¡Hijos amadísimos! Se lo digo a todos juntos y a cada uno en particular en su nombre, anótenlo bien, en su nombre: Ella ama a cada uno de ustedes, los ama mucho y en todo momento sin excepción alguna. Esto, queridísimos hijos, se lo repito en su nombre. Ámala, Ámala a la Inmaculada. Ella te hará feliz. Fíate de ella sin límites".

miércoles, 3 de agosto de 2016

Respuesta de Jesús a la mujer cananea.

El evangelio de hoy es el de la mujer cananea, Mateo 15,21-28. La cananea era pagana y pide que su hija sea liberada de un demonio. Los díscípulos piden al Señor que la atienda y Jesús le responde que no está bien echar a los perrillos el pan de los hijos. Finalmente ante su insistencia, alaba su gran fe y libera a su hija del demonio.

En primer lugar vemos la oración de intercesión al Señor por los demás que todos hemos de practicar reflejada en la petición de los discípulos.

A continuación la respuesta de Jesús. Los judíos llamaban a los paganos perros que para ellos eran un animal impuro. Aunque parece que Jesús suaviza con un diminutivo y dice "perrillos".

¿Es que Jesús rechazaba a los paganos y luego cambió de opinión? En absoluto. Él mismo los evangelizó en muchas ocasiones y después de su Resurrección y Ascensión se lo encomendó a sus apóstoles y  discípulos. Pero así como una piedrecita lanzada al agua genera círculos concéntricos expansivos, era de ley predicar el evangelio primero a los judíos y en expansión a los paganos y así cumplir las escrituras en lo referente a la salvación universal. 

La oración de la cananea tiene una fe llena de confianza, es perseverante sin desanimarse, clara, humilde y perfecta, ya que, al contrario que una buena parte de los judíos, esta pagana reconoce a Jesús como el Mesías que había de venir a salvarnos. Lo llama Señor e Hijo de David. Y Jesús conmovido, alaba su gran fe, como hizo con otros paganos que aparecen en el Evangelio y libera del demonio a su hija.

Estas palabras favorables de Jesús a la cananea y a los paganos, servirán de recuerdo a algunos pequeños sectores judeocristianos de las primeras comunidades, que eran algo duros con los no judíos en las comunidades.

En mi opinión, el Señor probablemente estaba calibrando y sondeando amorosamente por un lado la fe en la oración intercesora de sus discípulos, y por otro hasta donde llegaba  la fe de esta mujer pagana y su amor por Dios y por su hija.

De nuevo, nos encontramos con uno de esos pasajes bíblicos, que a primera vista parecen fríos y ásperos, cuando la realidad es que contienen un gran Amor y una gran ternura por parte de Dios a la humanidad.

Por eso es tan necesario dejar los prejuicios a un lado y estudiar las Escrituras y el depósito de la Tradición de la Iglesia Católica.

IFC.

martes, 19 de julio de 2016

La recepción de la Eucaristía en el Catecismo.

Algunos numerales del catecismo de la Iglesia Católica sobre la recepción de la Eucaristía:

1384 El Señor nos dirige una invitación urgente a recibirle en el sacramento de la Eucaristía: "En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros" (Jn 6,53).

1385 Para responder a esta invitación, debemos prepararnos para este momento tan grande y santo. San Pablo exhorta a un examen de conciencia: "Quien coma el pan o beba el cáliz del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor. Examínese, pues, cada cual, y coma entonces del pan y beba del cáliz. Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propio castigo" ( 1 Co 11,27-29). Quien tiene conciencia de estar en pecado grave debe recibir el sacramento de la Reconciliación antes de acercarse a comulgar.

 1386 Ante la grandeza de este sacramento, el fiel sólo puede repetir humildemente y con fe ardiente las palabras del Centurión (cf Mt 8,8): "Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme". En la Liturgia de san Juan Crisóstomo, los fieles oran con el mismo espíritu: «A tomar parte en tu cena sacramental invítame hoy, Hijo de Dios: no revelaré a tus enemigos el misterio, no te te daré el beso de Judas; antes como el ladrón te reconozco y te suplico: ¡Acuérdate de mí, Señor, en tu reino!» (Liturgia Bizantina. Anaphora Iohannis Chrysostomi, Oración antes de la Comunión)

 1387 Para prepararse convenientemente a recibir este sacramento, los fieles deben observar el ayuno prescrito por la Iglesia (cf CIC can. 919). Por la actitud corporal (gestos, vestido) se manifiesta el respeto, la solemnidad, el gozo de ese momento en que Cristo se hace nuestro huésped.


viernes, 8 de julio de 2016

Benedicto XVI: Los esposos Priscila y Áquila

Extractos de la audiencia general de Benedicto XVI: sobre los esposos santos Priscila y Áquila Miércoles 7 de febrero de 2007.


- "(...) gracias a la fe y al compromiso apostólico de fieles laicos, de familias, de esposos como Priscila y Áquila, el cristianismo ha llegado a nuestra generación. No sólo pudo crecer gracias a los Apóstoles que lo anunciaban. Para arraigar en la tierra del pueblo, para desarrollarse ampliamente, era necesario el compromiso de estas familias, de estos esposos, de estas comunidades cristianas, de fieles laicos que ofrecieron el "humus" al crecimiento de la fe. Y sólo así crece siempre la Iglesia. 

Esta pareja demuestra, en particular, la importancia de la acción de los esposos cristianos. Cuando están sostenidos por la fe y por una intensa espiritualidad, su compromiso valiente por la Iglesia y en la Iglesia resulta natural. La comunión diaria de su vida se prolonga y en cierto sentido se sublima al asumir una responsabilidad común en favor del Cuerpo místico de Cristo, aunque sólo sea de una pequeña parte de este. Así sucedió en la primera generación y así seguirá sucediendo.

 De su ejemplo podemos sacar otra lección importante: toda casa puede transformarse en una pequeña iglesia. No sólo en el sentido de que en ella tiene que reinar el típico amor cristiano, hecho de altruismo y atención recíproca, sino más aún en el sentido de que toda la vida familiar, en virtud de la fe, está llamada a girar en torno al único señorío de Jesucristo. Por eso, en la carta a los Efesios, san Pablo compara la relación matrimonial con la comunión esponsal que existe entre Cristo y la Iglesia (cf. Ef 5, 25-33). Más aún, podríamos decir que el Apóstol indirectamente configura la vida de la Iglesia con la de la familia. Y la Iglesia, en realidad, es la familia de Dios. Por eso, honramos a Áquila y Priscila como modelos de una vida conyugal responsablemente comprometida al servicio de toda la comunidad cristiana. Y vemos en ellos el modelo de la Iglesia, familia de Dios para todos los tiempos".

lunes, 13 de junio de 2016

Dios es amor.

Dios es Amor, odia el pecado pero ama al pecador. Los cristianos también estamos obligados a hacer esta distinción. Cuando hay graves pecados sociales e ideologías nocivas estamos obligados a denunciarlos, pero sin odio a las personas.

Así como Dios tiene paciencia con nosotros, también debemos tenerla entre nosotros. Una persona que dice ser  cristiana y  odia a otras personas, las insulta o les hace daño voluntariamente, no ha aprendido a ser cristiano. Jesús y los apóstoles hablaron numerosas veces en el Evangelio y las cartas apostólicas.

"Si alguno dijere: Amo a Dios, pero aborrece a su hermano, miente. Pues el que no ama a su hermano a quien ve, no es posible que ame a Dios a quien no ve. Y nosotros tenemos de El este precepto: que quien ama a Dios, ame también a su hermano". I Juan 4, 20-21.

IFC.

sábado, 11 de junio de 2016

Frases de Jesús a Santa Faustina.


Algunas frases de Jesús a santa Faustina sobre la Divina Misericordia tomadas de su diario:


- "A las almas que propagan la devoción a Mi misericordia, las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa (protege) a su niño recién nacido y a la hora de la muerte no seré para ellas Juez sino Salvador misericordioso" 

- "Que los mas grandes pecadores [pongan] su confianza en Mi misericordia. Ellos más que nadie tienen derecho a confiar en el abismo de Mi misericordia. Hija Mía, escribe sobre Mi misericordia para las almas afligidas. Me deleitan las almas que recurren a Mi misericordia. A estas almas les concedo gracias por encima de lo que piden. No puedo castigar aún al pecador más grande si él suplica Mi compasión, sino que lo justifico en Mi insondable e impenetrable misericordia. Escribe: Antes de venir como juez justo abro de par en par la puerta de Mi misericordia. Quien no quiere pasar por la puerta de Mi misericordia, tiene que pasar por la puerta de Mi justicia…" 

- “Mi Corazón está colmado de gran misericordia para las almas y especialmente para los pobres pecadores. Oh, si pudieran comprender que Yo soy para ellas el mejor Padre, que ellas de Mi Corazón ha brotado Sangre y Agua como de una fuente desbordante de misericordia; para ellas vivo en el tabernáculo; como Rey de Misericordia deseo colmar las almas de gracias, pero no quieren aceptarlas (...) Oh, qué grande es la indiferencia de las almas por tanta bondad, por tantas pruebas de amor (...) Tienen tiempo para todo, solamente no tienen tiempo para venir a Mí a tomar las gracias”.

- "Oh, qué gracias más grandes concederé a las almas que recen esta coronilla; las entrañas de Mi misericordia se enternecen por quienes rezan esta coronilla. Anota estas palabras, hija Mía, habla al mundo de Mi misericordia para que toda la humanidad conozca la infinita misericordia Mía".

- “La humanidad no conseguirá la paz hasta que no se dirija con confianza a Mi misericordia” 

- "Me queman las llamas de la misericordia, deseo derramarlas sobre las almas de los hombres. Oh, qué dolor Me dan cuando no quieren aceptarlas". 

- "Cada alma y especialmente el alma consagrada debe reflejar en sí Mi misericordia. Mi Corazón está colmado de piedad y de misericordia para todos. El corazón de Mi esposa tiene que ser semejante a Mi Corazón, de su corazón tiene que brotar el manantial de Mi misericordia para las almas, si no la desconoceré". 

- "Mi Corazón está lleno de Amor y Misericordia. Para que tú puedas conocer al menos un poco Mi dolor, imagina a la más tierna de las madres que ama grandemente a sus hijos, mientras que esos hijos desprecian el amor de la madre. Considera su dolor. Nadie puede consolarla. Ésta es solo una imagen débil y una tenue semejanza de Mi Amor".


viernes, 13 de mayo de 2016

Benedicto xvi habla sobre Europa.

- PAPA BENEDICTO XVI:

VIAJE APOSTÓLICO A ALEMANIA 22-25 DE SEPTIEMBRE DE 2011.

"Sobre la base de la convicción de la existencia de un Dios creador, se ha desarrollado el concepto de los derechos humanos, la idea de la igualdad de todos los hombres ante la ley, la conciencia de la inviolabilidad de la dignidad humana de cada persona y el reconocimiento de la responsabilidad de los hombres por su conducta. Estos conocimientos de la razón constituyen nuestra memoria cultural. Ignorarla o considerarla como mero pasado sería una amputación de nuestra cultura en su conjunto y la privaría de su integridad. La cultura de Europa nació del encuentro entre Jerusalén, Atenas y Roma; del encuentro entre la fe en el Dios de Israel, la razón filosófica de los griegos y el pensamiento jurídico de Roma. Este triple encuentro configura la íntima identidad de Europa. Con la certeza de la responsabilidad del hombre ante Dios y reconociendo la dignidad inviolable del hombre, de cada hombre, este encuentro ha fijado los criterios del derecho; defenderlos es nuestro deber en este momento histórico. 

 Al joven rey Salomón, a la hora de asumir el poder, se le concedió lo que pedía. ¿Qué sucedería si nosotros, legisladores de hoy, se nos concediese formular una petición? ¿Qué pediríamos? Pienso que, en último término, también hoy, no podríamos desear otra cosa que un corazón dócil: la capacidad de distinguir el bien del mal, y así establecer un verdadero derecho, de servir a la justicia y la paz".


miércoles, 27 de abril de 2016

Frases de san Rafael Arnaíz Barón.


- "Mientras no busquemos a Dios en el silencio y en la
oración, mientras no estemos quietos, no hallaremos paz, ni encontraremos a Dios". 

- "Jesús me manda una enfermedad incurable; es su voluntad que humille mi soberbia ante las miserias de mi carne. Dios me envía la enfermedad. ¿No he de amar todo lo que Jesús me envíe?"

- "Decía Job, que pues recibimos con alegría los bienes de Dios, ¿por qué no hemos de recibir así los males? ¿Mas acaso todo eso me impide amarle?… No…, con locura debo hacerlo".

- " (...) purificarme, perfeccionarme y llegar a ser santo (…) delante de Dios y no de los hombres; una santidad que se desarrolle en el silencio, y que solamente Dios la sepa y ni aun yo mismo me dé cuenta, pues entonces ya no sería verdadera santidad…”.
 
- "La humildad delante de Dios, nos ayuda a la confianza, pues humildad es conocimiento de sí mismo, y ¿quién que se conozca a si mismo, puede esperar algo de si?… Loco sería si no lo esperase todo de Dios.

- "Nuestra paz en el mundo aumenta a medida que aumenta nuestro silencio". 

- "Me voy dando cuenta de que la virtud más práctica para tener paz en la vida de comunidad es la humildad". 

- "Por el alma silenciosa navegan los pensamientos de Dios; y cuanto más silencio, más paz, más serenidad y más facilidad para estar en la presencia del Señor".