lunes, 5 de enero de 2015

"En verdad, en verdad os digo que veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre."

Jesús alava a Natanael por su franqueza. "Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez" Felipe le pregunta que si le conoce, "Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera". Al parecer era costumbre de los israelitas piadosos leer y meditar las Escrituras a la sombra de un árbol. Normalmente, el Evangelio presenta a Israel y a las personas como un árbol -normalmente una higuera- que da buenos o malos frutos. En Natanael, por tanto, según las palabras de Jesús, tendríamos un buen "fruto" de Israel.   

"Porque te dije: 'Te vi debajo de la higuera', crees. Verás cosas más grandes todavía". Y agregó: "En verdad, en verdad os digo que veréis  el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre."  Aquí hay una alusión a la visión de Jacob en la que vio una escalera al cielo por la que subían y bajaban ángeles. "Despertó Jacob de su sueño y dijo: «¡Así pues, está Yahveh en este lugar y yo no lo sabía!» Y asustado dijo: «¡Qué temible es este lugar! ¡Esto no es otra cosa sino la casa de Dios y la puerta del cielo!» Génesis 28, 10-17. 

Esta visión se cumple en Jesús, especialmente cuando sea levantado en la cruz y levantado en la Resurreción para salvación del mundo.

En el Hijo del Hombre se abre así la escalera, el puente, el nexo, la puerta entre el Cielo y el mundo.

IFC.